Nos mueve experimentar, jugar, nutrir de lo imposible este espacio común, porque de lo posible ya se ha hablado bastante y aun creemos en la utopía, no lejos de nuestras luchas ni de lo-s querido-s.
Abrimos esta superficie común aunque — aún — no sea tangible, como quien empieza a trazar su propio mapa del tesoro, seguras de encontrar más de uno porque todxs al final nos encontraremos.
La comunidad y la creación han sido el kairós que no hemos logrado alcanzar. No pretendemos atraparlo en la red, quizás sí entrever su silueta traviesa.
A partir de inquietudes como cuándo lo individual se convierte en colectivo, proponemos un espacio de silencio para por fin poder oírse. Leerse también es mirarse, pararse también es leerse, reconocerse.
En vista de que la ubicuidad nos ha sido negada, lanzamos posts como botellas al mar, esperando calar y ojalá quedarnos.
Frente a la imposibilidad de estar en todos los lugares, liberamos nuestras obsesiones.
Esperamos que ustedes también sean parte de esta exploración. No sabemos a dónde vamos, seguro en busca de la casa, con una cartografía interna en modo patch work, de la mano de nuestros ídolos: desde Niki de Saint Phalle hasta Borges, pasando por Wim Wenders y Herzog, los surrealistas o Bowie, etc. y re influenciadas por la cantidad ingente de podcasts que ha tragado la Elisa desde hace casi diez años.
Apelamos a su benevolencia con este primer intento de salir de nosotras mismas y de antemano agradecemos por sus colaboraciones múltiples. Toda idea/propuesta/sugerencia/crítica no solo tendrá cabida sino es esperada con ansias.
Ansiosas somos ambas: la Paula viene del universo del diseño gráfico, luego bifurcó hacia los negocios y el márketing, en una época cuya intensidad no queremos recordar. Elisa tuvo un largo flirteo con el cine, antes con las letras. Ambas, hemos deseado profundamente dedicarnos — aún que parcialmente — a la creación pero da tanto miedo como contento mojarnos las manos.
Más que un salto en paracaídas, se trata de un terreno común para la cohabitación de nuestros demonios, lejos de ser una tentativa para exorcizarles, es una celebración barroca de lo que nos habita y viceversa.
Háblanos en info@superficieoculta.com